ABORTO HABITUAL
Para que se considere aborto habitual, deben presentarse por lo menos 3 pérdidas consecutivas del embarazo. Por tal motivo, el estudio de las parejas con aborto habitual se inicia con una historia y examen clínico completo de la pareja, para posteriormente pedir exámenes de laboratorio y de gabinete específicos para cada caso en particular.
Alteraciones congénitas y cromosómicas
Son causa de abortos muy tempranos hasta en un 90% (trisomías 50%, poliploidías 16% y monosomías 15%); el resto de las alteraciones son por mosaicos y traslocaciones de los cromosomas.
Para el estudio de este tipo de alteraciones es de vital importancia hacer un cariotipo (conocer el número de cromosomas), tanto del padre como de la madre y del tejido fetal expulsado; es un estudio delicado y caro. No existe tratamiento alguno si se presenta anormalidad, sin embargo, nos proporciona explicaciones precisas de pérdidas recurrentes futuras.
Por tal motivo, la valoración por el genetista es de vital importancia para conocer el pronóstico de una pareja que presenta alteraciones cromosómicas; en tal caso se puede contemplar la donación de gametos y/o la adopción.
Alteraciones hormonales
En aquellos casos en los cuales la causa del aborto deriva del mal funcionamiento hormonal, debemos estudiar las glándulas directamente involucradas: hipófisis, tiroides, mamas, ovarios, testículos, adrenales, etc., ya que puede existir mayor o menor funcionamiento de ellas.
El tratamiento habitualmente consiste en la restitución de la hormona para cada caso específico.
Una de las alteraciones mas frecuentes es la fase lútea insuficiente (mal funcionamiento del ovario) y el diagnóstico se efectúa por determinaciones sanguíneas de los niveles de progesterona (más de 20 ng/ml) y los niveles seriados (cada 5 días) de la fracción beta de hormona gonadotropina coriónica. El manejo se lleva a cabo con un apoyo hormonal exógeno de progesterona, estrógenos u hormona gonadotropina coriónica en pastillas, inyecciones o supositorios vaginales para poder estabilizar el embarazo.
Alteraciones endocrinas
En las enfermedades sistémicas de origen endocrino, como es la diabetes mellitus, existe una correlación entre la elevación de la hemoglobina glicosilada (HbG) y el aborto espontáneo, por lo que es de vital importancia un control estricto en los niveles de glucosa y las dosis de insulina que se administran diariamente.
Es importante que las pacientes con insuficiencia renal, lupus eritematoso sistémico u otras enfermedades metabólicas lleven un buen control antes de planear el embarazo.
Alteraciones anatómicas
Constituyen un 15% de las causas de aborto habitual: úteros dobles, adherencias, presencia de fibromas (miomas) dentro de la cavidad uterina, incompetencia cervical, matriz pequeña, etc.; se realiza el diagnostico por histerosalpingografía, ultrasonido pélvico e histeroscopía (observación de la cavidad uterina con un lente). Estas alteraciones se deben corregir con cirugía y actualmente el manejo quirúrgico de estos problemas tiene un éxito del 70%.
Alteraciones infecciosas
Son otra de las causas de aborto habitual producidas por la presencia de agentes infectantes como la neisseria gonorrhoeae, bacilo de tuberculosis,, micoplasma, treponema pallidum, clamydia, etc. Para su diagnostico se debe realizar un cultivo vaginal, así como una biopsia de tejido endometrial (muestra de la capa interna de la matriz). El tratamiento consiste en la administración de antibióticos específicos, a dosis y tiempos prolongados. La enfermedad pélvica inflamatoria es una causa común de aborto habitual y de embarazo extrauterino.
Alteraciones inmunológicas
En la actualidad se conoce que el sistema inmunológico juega un papel importante para mantener el estado de salud en condiciones óptimas. El organismo produce inmunoglobulinas o anticuerpos que, cuando existe un agente agresor o antígeno, llevan a cabo una serie de reacciones con objeto de limitarlo. Actualmente la interacción inmunológica entre la madre y el embrión no está claramente conocida, de ahí que el aborto habitual sea tema de una
investigación muy cuidadosa.
Existe una serie de estudios, como la determinación de anticuerpos anti-nucleares, anti-fosfolípidos, anti-cardiolipinas, velocidad de sedimentación globular, factor reumatoide, células de lupus eritematoso, etc., que nos puede orientar en relación a la posible asociación de un rechazo del embrión por parte del sistema inmunológico de la madre.
El manejo actualmente es controvertido, pero se pueden utilizar tanto esteroides (cortisona), como ácido acetilsalicílico (aspirina) a dosis bajas y por tiempos prolongados. Actualmente no se ha encontrado mayor riesgo con la utilización de estos medicamentos durante el embarazo.
Conclusión
Con los datos que se conocen actualmente, debemos evaluar de una forma integral cada caso en particular y solicitar interconsulta con cada especialista para el manejo adecuado de estas pérdidas repetidas de embarazo.